El apoyo a los veterinarios: clave en el Uso Responsable de Antibióticos
Más allá de proteger la salud animal, para proteger la salud humana y asegurar un suministro sostenible de alimentos – lo que se denomina One Health -, el apoyo a los veterinarios, como pieza clave en las decisiones sobre el uso de antibióticos en animales, resulta de vital importancia.
El veterinario tiene como papel fundamental la salud pública, a través de la seguridad alimentaria, el control de zoonosis y ahora más que nunca, también mediante el uso responsable de antibióticos en salud animal. Y es que el veterinario es el único que puede asegurar que los antibióticos se administran de manera adecuada y responsable en el ámbito de la medicina veterinaria. Siguiendo, además, pautas que pueden resumirse en hacer un uso acorde a la premisa que todos deberíamos asumir y repetirnos a modo de mantra: “Tan poco como sea posible, tanto como sea necesario” o, como reza la campaña de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), “Ni menos, ni más. Tú decides”, que al fin y al cabo viene a incidir en la misma idea.
Los antibióticos no están prohibidos, pero deben usarse de forma
correcta y solo cuando son necesarios. Tratar a los animales,
es un deber ético y moral.
Porque una cosa es reducir su uso y otra bien distinta eliminarlos de nuestros arsenales terapéuticos, del de los veterinarios en este caso. No podemos olvidar que un animal tiene derecho a ser tratado cuando enferma, por su salud, por su bienestar animal, y también por la seguridad de las producciones ganaderas como alimentos para el hombre.
Las resistencias causan en España 3.000 muertes anuales
Todos sabemos ya que las resistencias antibióticas son un problema en personas y animales. Una lacra que, si no conseguimos detener, podría causar en todo el mundo más de 10 millones de muertes de personas al año en 2050, generando unos costes superiores a los 80 billones de euros.
Y, lamentablemente, España ocupa posiciones en el - nada honroso - pódium integrado por los países de la UE con mayor consumo de antibióticos, tanto en salud humana, como en salud animal, superando con creces a la media comunitaria. Algo por lo que muchos se llevan las manos a la cabeza y que, sin embargo, no debería extrañarnos si tenemos en cuenta que, según Eurobarómetro, 1 de cada 3 españoles cree que los antibióticos curan gripe y el 5% se automedica con los mismos.
Un problema de TODOS que requiere la implicación de TODOS
Ante este panorama, y siguiendo la estrategia mundial One Health, el Plan de Acción sobre Resistencias de la OMS tiene su reflejo, a nivel de la Unión Europea, en el Plan de Acción Europea sobre resistencia y este, a su vez, en el Plan Nacional de Resistencias Antibióticas (PRAN), que comienza su andadura en 2014.
Un plan de acción que, por descontado, contempla y coordina estrategias para la lucha conjunta contra esta problemática y que generó en sus comienzos gran incertidumbre en nuestro sector, en el sector de la salud humana, y, por descontado, en el consumidor. Lo que se intuía como una lucha titánica por parte de los profesionales de la salud pública (médicos y veterinarios, principalmente), autoridades, organismos, asociaciones y empresas...pronto, tras una primera etapa de dudas, desconfianza y guerras comerciales, fue tomando forma gracias al esfuerzo incansable de muchos profesionales.
Y pasados ya cinco años, con los resultados del 2017 en la mano, parece que las cosas han funcionado, especialmente en lo que a salud animal se refiere, todo hay que decirlo, porque el esfuerzo es digno de ser reconocido siempre y las cosas hay que contarlas como son. Así, las ventas de antibióticos en veterinaria han caído un 32% (2014-2018) y poco más del 7% el consumo de los mismos en salud humana (2015-2018).
Pero aún queda camino por recorrer y la adaptación al nuevo Reglamento (UE) 2019/6 del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de diciembre de 2018 sobre medicamentos veterinarios , por el que se deroga la Directiva 2001/82/CE, cuya entrada en vigor está prevista para el 28 de enero de 2022, es el primer objetivo a la vista. Algunas de sus claves son:
- Necesidad de un diagnóstico de la enfermedad infecciosa por un veterinario.
- Los medicamentos veterinarios antimicrobianos solo deben estar disponibles bajo prescripción veterinaria.
- Las prescripciones veterinarias solo se expedirán tras un examen clínico o cualquier otra evaluación adecuada del estado de salud del animal o grupo de animales por parte de un veterinario.
- Los veterinarios deben prescribir los medicamentos antimicrobianos basándose en sus conocimientos sobre la resistencia a los antimicrobianos, sus conocimientos epidemiológicos y clínicos, y su comprensión de los factores de riesgo para el animal o grupo de animales.
- Los veterinarios deben garantizar que no se encuentran en una situación de conflicto de intereses cuando prescriben medicamentos. En particular, los veterinarios no deben estar influenciados ni directa ni indirectamente por incentivos económicos al prescribir dichos medicamentos.
- Preservar ciertos antibióticos críticos para salud humana, haciendo un uso prudente de antimicrobianos, especialmente de aquellos que sean importantes a la hora de tratar infecciones en personas, pero que también sean necesarios para su uso en medicina veterinaria. Puede resultar necesario restringir, incluso prohibir su utilización.
- La responsabilidad en la utilización prudente de antimicrobianos recae en el veterinario clínico prescriptor y en la persona que los administra.
- La categorización de antibióticos es una recomendación para realizar un uso prudente de antibióticos. Las condiciones en las que se van a usar se están desarrollando en el marco de la nueva legislación.
La misma restringe además el uso de antibióticos en prevención (solo de forma individual y cuando el riesgo de enfermedad sea muy alto) y la metafilaxia (se podrán administrar a un grupo de animales cuando el riesgo de infección de animales en contacto con animales enfermos sea muy elevado y no exista alternativas apropiadas disponibles), siendo necesidad de un diagnóstico de la enfermedad infecciosa por un veterinario.
Lo que queda claro es que las exigencias y responsabilidades de los profesionales veterinarios aumentan, de ahí que las empresas del sector, especialmente los fabricantes de medicamentos y premezclas medicamentosas, junto a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), estén volcados con la comunicación y formación de estos profesionales, apoyándoles en esta nueva etapa de la que, sin duda, saldrán airosos y reforzados como agentes esenciales en la salud pública.
Son multitud las jornadas sectoriales, los soportes informativos y los artículos publicados que tratan de informar y facilitar esta tarea a los profesionales. Entre otros muchos, mencionar los Videos 2019 PRAN , con Cristina Muñoz, jefe de servicio de preclínica y clínica y procedimientos centralizados de la AEMPS, como protagonista, que creemos tienen un especial interés, porque en ellos la experta despeja las principales dudas prácticas, sobre el terreno, planteadas por numerosos veterinarios de diferentes puntos de España.
Virginia Rodríguez, Directora Unidad de Asuntos Regulatorios en Zoetis España.