Zoetis

En un reciente artículo de opinión publicado en PMFarma, Diego García, vicepresidente sénior del Sur de Europa de Zoetis, reflexiona sobre el creciente reconocimiento del vínculo humano-animal y su impacto en la sociedad. Si tenemos en cuenta que casi el 50 % de los hogares europeos cuenta con una mascota, este vínculo no solo refleja una tendencia, sino una profunda conexión que mejora la calidad de vida de millones de personas. Según Diego García, las mascotas han pasado de ser simples compañeros a ser verdaderos pilares de apoyo emocional y social en nuestras vidas.

Beneficios en la salud mental y física

Diego García subraya cómo la compañía de una mascota puede aliviar la soledad, reducir el estrés y ayudar a combatir la depresión. Estudios recientes destacan que la tenencia de mascotas no solo mejora la salud mental, sino que también fomenta la actividad física. Pasear al perro, salir a correr o simplemente interactuar con una mascota puede tener un impacto significativo en la salud cardiovascular y la lucha contra la obesidad.

El rol de las mascotas en la terapia asistida

Las terapias asistidas con animales, como menciona Diego García, están demostrando ser una herramienta valiosa en el tratamiento de diversas condiciones, desde trastornos del espectro autista hasta demencias y afecciones cardiovasculares. Estas terapias no solo mejoran la eficacia de los tratamientos, sino que también proporcionan un apoyo emocional crucial, especialmente para los más vulnerables, como los niños y las personas mayores.

Impacto económico y necesidad de reconocimiento

En su artículo de opinión para PMFarma, Diego García también aborda la falta de reconocimiento económico y político de los beneficios que las mascotas aportan a la salud pública. Según un informe del Human Animal Bond Research Institute (HABRI), la tenencia de mascotas ahorra al sistema sanitario estadounidense miles de millones de dólares cada año. Aunque en Europa no existen cifras tan detalladas, García sugiere que los beneficios podrían ser igualmente significativos, lo que subraya la necesidad de políticas que reconozcan y apoyen este vínculo.

Para Diego García, el vínculo humano-animal es mucho más que una simple relación entre una persona y su mascota; es un intercambio mutuo de beneficios que enriquece nuestras vidas de múltiples maneras. Las mascotas no solo aportan amor y compañía, sino que también juegan un papel fundamental en nuestra salud y bienestar, tanto a nivel individual como colectivo. Como concluye García, este vínculo merece un mayor reconocimiento y apoyo por parte de la sociedad y los responsables políticos.

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