La interrelación entre mascotas, personas y medio ambiente
El número de animales de compañía está aumentando a nivel global. En España, son ya 9 millones de perros y 6 millones de gatos; y el 50 % de las familias tienen al menos una mascota en su núcleo familiar. Todo ello deriva en una cada vez mayor interacción entre los animales de compañía y el hombre. Por ello el enfoque One Health debe tenerse ahora más que nunca presente. Una visión holística y multidisciplinar de la salud es fundamental para entender y abordar las relaciones entre el ser humano, los animales y el medio ambiente.
Bajo este enfoque, conocer cómo pueden impactar las mascotas en el medio ambiente, en otros animales y en las personas, se celebró el pasado 29 de junio un coloquio One Health en las instalaciones de Zoetis. Expertos en la materia y especialistas en las diferentes áreas implicadas, participaron en este encuentro que arrojó interesantes conclusiones.
Evitar la visión antropocentrista de la salud
Los perros y los gatos tienen un valor muy importante como centinelas y transmisores, pero también como receptores de enfermedad
En palabras de Natividad Pérez, vicedecana de Veterinaria en la Universidad Europea de Madrid, “no se puede abordar la salud de una manera aislada y desde una visión antropocentrista”. Por ello, el modelo académico de esta institución ofrece formaciones transdisciplinares y experienciales, con el objetivo último de aprender a trabajar juntos y apostar por la colaboración. “El concepto One Health va mucho más allá.” – argumentó – “Es una propuesta de darnos la mano, ir juntos y entender que cualquier materia de salud se puede desarrollar desde diferentes áreas”.
Atendiendo a la interacción con el medio ambiente, Fernando Esperón, investigador principal del Grupo de Investigación en Salud Global de la Universidad Europea de Madrid, recordó la influencia de los animales de compañía en el entorno, “Si las mascotas no están controladas sanitariamente pueden suponer un riesgo para la fauna y flora silvestres”. Como ejemplo puso un caso de moquillo canino en leones que habitaban en el parque nacional del Serengueti (Tanzania) transmitido por perros de la tribu de los Masai, que causó una alta mortalidad en estos. “Aunque, sin irnos tan lejos,” – continuó – “en el área rural de España se ha detectado la nueva cepa de parvovirus canino tipo 2c en los carnívoros analizados; y este hallazgo siempre está relacionado estadística y geográficamente con la presencia de granjas cercanas”. Así, el experto insistió en que es necesario reflexionar y darnos cuenta de que tanto nosotros como nuestras mascotas influimos en el medio ambiente.
También mencionó que en los próximos veinte años más del 60 % de la población mundial vivirá en las ciudades, por lo que controlar el medio ambiente urbanístico es fundamental, siendo clave un abordaje integral y global del mismo. “A los animales hay que vacunarlos y desparasitarlos para cuidar el medio ambiente,” incidió, prestando atención igualmente al uso responsable de los medicamentos, antiparasitarios y antimicrobianos, para frenar la aparición de resistencias en los patógenos.
“Los perros y los gatos tienen un valor muy importante como centinelas y transmisores, pero también como receptores de enfermedad, siendo indicadores de la calidad del medio ambiente de la casa en la que viven”. Tan solo un abordaje integral de las interacciones entre mascotas y familia con el entorno que les rodea permitirá asegurar la adecuada conservación del medio ambiente.
Evaluar la salud de la comunidad
En cuanto a la convivencia directa con animales, Ana Méndez, coordinadora de Pediatría Hospitalaria e Inmunodeficiencias de la Fundación IdiPaz (Hospital Universitario La Paz), señaló los claros beneficios derivados de ella. “Más ejercicio físico, sociabilización, mejor calidad de vida…”, la experta informó sobre el impacto de las mascotas sobre niños, ancianos y enfermos.
Pero también mencionó los riesgos zoonóticos. “Tradicionalmente pensamos en las zoonosis clásicas, como la rabia o la brucelosis, pero también hay muchas infecciones gastrointestinales y otro tipo de infecciones que pueden no ser exclusivamente zoonóticas, como Campylobacter o Salmonella, que son transmitidas por alimentos, pero también se han descrito casos de zoonosis”.
Como pediatra, también mencionó el problema de las resistencias en el sistema sanitario público. “El aumento de las infecciones nosocomiales multirresistentes es una preocupación y un problema muy serio, con una elevada morbimortalidad”. Estamos poniendo el enfoque en el ser humano de manera exclusiva, aunque hay muchos estudios que demuestran que la infección puede ser bidireccional. Por ello, un aspecto en el que incidió fue en la necesidad de abordar la evaluación de la salud englobando a la comunidad al completo, y no solo al hombre. A la hora de analizar un problema de salud en una persona, es clave conocer las condiciones de su comunidad, dónde vive, con quién vive, cuál es el estado sanitario de sus mascotas…
Lamentablemente, en la actualidad, no existe una comunicación y colaboración entre médicos, veterinarios, infectólogos… y falta información y formación sobre la interacción y la presencia de agentes patógenos zoonóticos. Tras realizar encuestas a médicos, veterinarios y pacientes, la experta concluyó que las instituciones hospitalarias no están todavía preparadas para atender temas de salud desde una perspectiva One Health.
En definitiva, como conclusión principal del coloquio, tan solo a través del trabajo conjunto de las diferentes disciplinas implicadas se podrá tomar decisiones acertadas de protección de la salud humana a través de la acción en la salud animal, y viceversa, sin dejar de lado la influencia en la salud medioambiental.