Ovejas negras, ¿por qué son importantes?
Durante los últimos años, la oveja negra ha dejado de ser expulsadas del rebaño para convertirse en una oportunidad para los ganaderos, consiguiendo tener un papel protagonista que, desde hace siglos, se les había negado.
La oveja negra de la familia
Seguramente, alguna vez hayas oído la expresión “es/eres la oveja negra de la familia” haciendo referencia a la personalidad diferente de una persona respecto a su familia, teniendo una connotación negativa.
¿Te has preguntado alguna vez su origen? Como cabe esperar, está relacionado con los rebaños de ovejas donde se tenía una predilección hacia las ovejas blancas porque su lana era más fácil de teñir. Por lo que las negras han sido menospreciadas durante muchos años, siendo incluso expulsadas de su rebaño y llegando a convertirse en una especie en peligro de extinción.
Sin embargo, esto no ha sido siempre así. Hubo una época en la que eran tan queridas como las blancas, pastando alegremente a lo largo de todo el territorio español.
De hecho, como curiosidad, su lana estuvo destinada a fabricar las vestimentas de curas, militares y pastores. Pero conforme el número de estos fue descendiendo también lo hizo la cantidad de ovejas negras para finalmente optar por la lana blanca.
Ovejas negras, necesarias en el rebaño
La veterinaria aragonesa Lucía López publicó hace unos años un estudio donde explicaba los beneficios de tener ovejas negras en los rebaños, según la tradición del Alto Aragón, donde todos los rebaños cuentan al menos con una.
Se dice que estas ovejas, cuando no tienen ni un pelo blanco (llamadas entonces ovejas martas), evitan que caigan rayos al rebaño durante las tormentas, y también que protegen a las ovejas blancas de que se vuelvan “modorras” (término bajo el que se conoce popularmente a las ovejas que tienen enfermedades relacionadas con el sistema nervioso).
El autor alto aragonés, José Damián Dieste, en su libro “Esquilas y estrellas”, en el que rescata el mundo pastoril, relaciona esta cualidad de las ovejas negras con las culturas precristianas, en las que se creía que existían los dioses de la luz y los dioses de la oscuridad, siendo estos últimos los que enviaban las tormentas.
De ahí que las ovejas “martas” fueran consideradas como ovejas sagradas a las que no se les puede hacer ningún daño. Por esta razón, en el Alto Aragón todos los pastores quieren tener alguna.
¿Dónde podemos encontrarlas?
Los causantes de esta variedad se encuentras en los genes recesivos y, por lo general, podemos verlas en las razas carranza, castellana, manchega y merina. Todas ellas son razas autóctonas que se encuentran en peligro de extinción.
Oveja negra merina
La oveja merina ha estado especializada en la producción de lana, tanto en España como en Portugal. En el caso de la variedad negro, su lana se destina a capas, mantas y alfombras. De forma secundaria, también se destina a la producción de carne.
Su distribución geográfica se concentra en las dehesas de Castilla y León, Extremadura y Andalucía. Tienen un perfil recto, con un color negro y uniforme, los machos pueden tener cuernos fuertes e, incluso, las hembras pueden tenerlos pero serán rudimentarios.
Hoy en día, su visibilidad ha aumentado por diversos factores:
- Es una variedad más rústica y resistente al clima y a condiciones adversas.
- Las subvenciones son superiores para preservar esta variedad, ya que se encuentra en peligro de extinción.
- Su carne es, generalmente, apreciada en el mercado.
- Utiliza todos los recursos de la finca, es por tanto más económica de alimentar.
Oveja negra castellana
Esta raza es originaria de Castilla la Vieja y actualmente se encuentra en Castilla y León, sobre todo en Zamora y Salamanca. Se destina principalmente a la producción de carne, pero también de lana y leche.
En cuanto a sus características morfológicas, se identifican por ser rústicas, con orejas móviles y de tamaño pequeño, cola larga y acornes. Son prácticamente negras y las partes en las que no tienen lana son de color negro azabache.
Oveja negra manchega
Como su nombre indica, esta raza es originaria de La Mancha, que es donde se distribuye principalmente. Además, es una de las más importantes por su capacidad productiva.
Son acornes y tienen un perfil convexo con dismorfismo sexual. Es de color negro, aunque a algunos individuos les suele aparecer una zona blanca en la nuca y en la cola. La leche es su principal uso productivo, la mayoría de ella es destinada a la fabricación de queso manchego con denominación de origen.
Oveja negra carranza
Esta raza se encuentra principalmente en las zonas montañosas de Bizkaia, más concretamente en la comarca de Carranza (de ahí su nombre), donde su presencia es importante para la preservación de los campos.
Su perfil es convexo, tiene las orejas largas y los machos pueden llegar a desarrollar cuernos en forma de espiral.