El poder de la genómica en el ganado vacuno lechero
Dos vacas nacidas el mismo día que comparten el mismo padre pueden ser tan diferentes una de la otra de manera que una de ellas a lo largo de su vida productiva nunca padeció enfermedades, se preñó siempre a la primera vez y tuvo 4 lactaciones con 60 000 litros de leche; mientras que la segunda presentó enfermedades y problemas a la hora de quedarse preñada y tan solo tuvo 2 lactaciones y una cantidad de 20 000 litros de leche. ¿Qué vaca mantendrías en tu granja? La respuesta es clara. Pero, normalmente, cuando disponemos de esta información ya es tarde… pues suele ser cuando ya ha finalizado el periodo productivo del animal. ¿Y si fuera posible conocer con antelación estos datos? Es decir, detectar al nacimiento qué características van a presentar las novillas durante su vida productiva para poder tomar una decisión antes en el tiempo.
Tradicionalmente se ha empleado lo que se conoce como PTA (Predicción de la Capacidad de Transmisión), o “habilidad para transmitir un rasgo”, para determinar la probabilidad de que un animal presente un carácter determinado. Así, el PTA de un animal se puede obtener analizando los rendimientos de sus antepasados (pedigrí), el propio rendimiento del animal y el de su descendencia.
A pesar de tener el valor de PTAs de los padres, resulta muy complicado predecir qué es lo que va a ocurrir con su descendencia: las combinaciones que existen al cruzar una vaca y un toro son múltiples, es lo que se conoce como variabilidad genética de las poblaciones. Aventurarse a decir que la hija de un toro y vaca “buenos” también será “buena”, es mucho decir. Es aquí donde entra en juego la genómica, donde la fiabilidad (“precisión”) de esta predicción será mucho mayor.
La genómica es una ciencia que analiza los genes de un individuo para predecir: desde cantidad de leche, grasa, proteína, así como otros parámetros productivos, hasta la eficacia alimentaria, la predisposición a enfermedades…. La genómica puede predecir toda esta información. Para ello esta ciencia analiza el ADN con el objetivo de detectar qué patrones de genes dan lugar a la presentación de un rasgo en particular. No obstante, hay que tener en cuenta una serie de aspectos a la hora de basar las decisiones en la genómica que analizaremos a continuación.
Genes y su correlación
Existen rasgos que solo están determinados por un gen, por lo tanto, hacer una selección genética es relativamente fácil. Sin embargo, hay otros rasgos en los que intervienen varios genes, como es el caso de la fertilidad (DPR- tasa de preñez de las hijas) y, por lo tanto, la selección genética es mucho más complicada.
Además, hay que tener en cuenta que los genes interaccionan entre sí, por eso, los habrá con correlación positiva, por ejemplo, si seleccionamos un animal para mayor producción de leche, también estaremos seleccionándolo para obtener mayor porcentaje de grasa y proteína. Sin embargo, otros mantienen una correlación negativa, como es el caso de los rasgos de producción de leche y fertilidad, es decir, cuanto más seleccionamos para producir mayor cantidad de leche, el animal presentará peor fertilidad (DPR).
Es por ello importante buscar un equilibrio en la búsqueda de los diferentes rasgos que nos interesan: litros de leche, proteína, grasa, salud, recuento de células somáticas, conformación de la ubre, fertilidad (DPR), longevidad… Unos rasgos tendrán mayor peso que otros según el objetivo planteado. Es lo que se conoce como índice de selección: cada carácter o rasgo estará representado en un porcentaje determinado, de forma que aplicando el mismo índice a cada animal podamos clasificarlos. De esta forma, con los índices de selección se busca mejorar muchos rasgos a la vez.
Pero antes de profundizar en los índices, es importante conocer otro aspecto importante en la selección genética: la fiabilidad. Este término indica la precisión de los datos, de manera que, a mayor fiabilidad, mayor precisión o confianza en la estimación. A este respecto sabemos que los datos obtenidos sin utilizar la genómica tienen una fiabilidad en torno al 25 %, es decir, un 25 % de confianza de que los genes asociados a los rasgos que nos interesan son transmitidos a la descendencia; mientras que empleando la genómica la fiabilidad asciende a un 75 – 80 %. De esta forma, la fiabilidad de los datos es clave para la selección. En definitiva, la genómica permite aumentar la precisión de la selección en un momento más temprano en la vida del animal.
El valor de los índices genómicos
Los índices genómicos son la forma más fácil de seleccionar a los animales, dado que normalmente tendremos interés por varios rasgos a la vez. Cada índice de selección está formado por distintos caracteres y, algunos de ellos, han sido cuantificados, dando lugar a los índices de selección económicos. Este es el caso por ejemplo del Mérito Neto (NM$), un índice económico que predice la ganancia esperada en la vida productiva de una hembra comparada con la base de la raza. Los índices económicos son esenciales en la mejora genética ya que combinan valores de muchos rasgos en un único valor. Así, utilizando este valor, será posible clasificar los animales y orientar las decisiones de la cría de una manera fácil y efectiva.
De esta forma, es un hecho que los animales producen más leche entre la tercera y sexta lactación; sin embargo, la gran mayoría de los animales en nuestros establos se encuentran en la primera y segunda lactación y no llegan a tener más lactaciones, bien porque no se preñan, bien porque enferman. En este sentido, será de gran utilidad utilizar la genómica para controlar estos aspectos: producción de leche, pero también fertilidad y salud.
Por otro lado, las novillas, en general, son mejores que las granjas. Sin embargo, por falta de datos, a veces eliminamos una vaca “buena”, por una novilla “mediocre”. Criar y mantener a las novillas equivocadas es una mala inversión: no todas las novillas representan una mejora genética.
En resumen, la rentabilidad se genera produciendo vacas sanas y genéticamente capaces de vivir el tiempo suficiente (longevas) para producir más leche. Para conseguir esto, los índices son un gran aliado.
A este respecto en Zoetis estudiamos las enfermedades para poder predecir cómo un animal va a ser más o menos sensible a padecerlas. Para ello fue necesario analizar millones de datos para avanzar en la selección de animales más sanos. Tras estas investigaciones, formulamos tres índices principales:
- CW$: comprende rasgos de bienestar en terneros; enfermedad respiratoria, diarrea en los primeros 60 días y viabilidad en el primer año.
- WT$: incluye rasgos de salud; enfermedades como mamitis, cojeras, metritis, cetosis, hipocalcemia, desplazamiento de cuajar….
- DWP$ (Dairy Wellnes Profit Index): nuestro índice por excelencia. Se trata de un índice de bienestar animal en el que se incluyen los anteriores mencionados, además de otros rasgos, con el objetivo de seleccionar animales más sanos con mayor beneficio económico (“más rentables”).
¿Cómo se hace la selección genómica?
Es primordial tener claro los objetivos y tomar decisiones en base a los datos e información obtenidos. Para poner en marcha el estudio genómico, tan solo es necesario tomar una pequeña muestra de cada animal (pequeña porción de cartílago de la oreja con pelo) y enviarla a analizar. Además de recibir la información sobre los animales de la granja, la herramienta genómica por excelencia, CLARIFIDE Plus, permite realizar una comparativa con una base de más de cinco millones de animales, con la que conocer en qué punto nos encontramos y poder decidir qué animales criar. CLARIFIDE Plus aglutina más de ochenta rasgos con una alta fiabilidad y es el único análisis genómico que engloba rasgos de salud. Para más información consulta con Zoetis.
Beneficios de la genómica
El fundamento de la genómica es facilitar el día a día del profesional de vacuno de manera que su trabajo sea más eficiente: invertir tiempo, trabajo y dinero solo en los mejores animales. De esta forma:
- Seleccionando las mejores novillas tendremos mejores vacas.
- El progreso genético en las explotaciones tiene que estar basado en la producción de los animales, pero salud y fertilidad son datos clave.
- Cuantos más datos y mejores tengamos, los acoplamientos que hagamos serán más fiables en base a nuestros objetivos.
- Cuanto antes identifiquemos los “peores animales”, mejor para eliminar la genética de la granja y/o destinarlos a cruce de carne con el consiguiente beneficio económico.
Este post es un resumen del webinar “El poder de la genómica en el ganado vacuno lechero” impartido por Nacho Peón, de los servicios técnicos de rumiantes de Zoetis España, en el marco del programa Ganadería en Femenino.